



Fotografía: Viviana Zuñiga
INHALAR
CRÉDITOS
Coreografía: Aura Arreola
Diseño sonoro: Juan José Rivas
Asesora coreográfica: Eugenia Vargas
Performer y asesora Dancehall: Jessica Ooz
Performers: Marilú Macareno, Deny Ramos, Homero Fernández, Elizabeth Arosemena Elizondo, Fernanda Palacios,
Diseño y producción de máscaras: Daniela Sofía Main
DÓNDE
Museo del Perfume
CUÁNDO
Jueves 5 de septiembre 2019
Activación performática de la pieza Can Brutal de Juan José Rivas.
Concepto coreográfico
Trance erótico o ritual de seducción, un estado de sugestión colectiva inducido a partir de un continuum de movimiento, acompasado, transformándose paulatinamente en distintas cualidades, de lo sutil a lo frenético, de lo oculto a lo revelado, de lo informe a lo hiperforme.
Un estado corporal-mental prerreflexivo, prepsicológico, preemocional, que se habita desde la materialidad de la carne, “la carne viva que sufre y goza, pero no comprende”, “la cosa sin intención”. Adentrarnos en ser carne, una que busca vitalidad y, por tanto, se mueve, se agita, se disfruta en el movimiento, en la sacudida de sus órganos, los orificios por los que se comunica con el exterior, engulle o excreta. Ambigüedad e incertidumbre en los terrenos del placer.
¿Cuáles son los cuerpos que detentan el deseo? En el producción de subjetividad capitalística bajo la hegemonía patriarcal imperante, ese objeto de deseo es una mujer joven blanca, bajo un estereotipo que se repite una y otra vez, en las imágenes que nos penetran. Los cuerpos de la exclusión, se someten o se rebelan. Apelan a su extrañeza, a su queerness como potencia erótica subjetiva. Se empoderan, gozan de su singularidad, manifiestan su propio deseo, su seducción única.
Seis cuerpos heterogéneos con acercamientos distintos a la danza, al movimiento y a la performatividad de género, confluyen desde el erotismo – emanación de vida– para reivindicarse en esta afirmación de la existencia. Dancehall y butoh, dos formas de indagar sobre la liberación del cuerpo, sobre el movimiento subversivo, de manifestar un cuerpo sexuado, erótico, vital. Desde esta coyuntura, Juan José Rivas nos provoca con la idea de mezclar dichos mundos al asomo de una verdad común que nos reunirá alrededor del Can Brutal.
Aura Arreola